Comencemos de nuevo (:

Ultimamente he estado escribiendo otra novela,, se las pondre aqui para que me digan que tal,, creo que esta nueva historia ocupara ahora lugar en mi blog en vez de la que estaba escribiendo,, diganme si quieren esta nueva historia o prefieren que continue con la otra...

Aun me acuerdo de ti

Annel Merro.

Como olvidar aquel día, cuando todo comenzó. Un extraño comienzo para ser exacta, porque jamás creí lo que sucedería después. Debes estarte preguntando que estoy hablando así que te lo diré, pero primero quiero contarte un poco de mí. Soy una chica de 17 años, tengo una larga cabellera castaña y ondulada y unos lindos ojos azules, me gusta salir a caminar, escuchar música y salir con mis amigos (con quienes por cierto he vivido muchísimos momentos inolvidables), tengo dos hermanos un mayor llamado Yayo (19 años) y uno menor llamado Jerry (14 años); por cierto mi nombre es Camile pero me dicen Camy y soy de Veracruz.

Bueno ahora que saben un poco de mí les contare todo desde el principio. Todo comenzó cuando yo tenía 15 años de edad, estaban terminado las vacaciones de verano y comenzarían las clases, mis amigos habían salido de la cuidad con sus padres y mi mejor amiga se paso todo el verano en Nueva York, así que decidí salir a caminar mientras escuchaba mi canción favorita me miself and time, decidí ir al parque ya que era un lugar muy tranquilo en el cual podría pensar y observar un lindo paisaje, ya que el parque estaba lleno de arboles y flores. Fui a mi lugar del parque favorito, una pequeña “cueva” por así decirlo, rodeada de flores y con una vista hacia el pequeño lago que estaba en el centro del parque. Cuando llegue pude observar que alguien estaba ahí, ¿pero quién era? ¿Por qué estaba ahí? Ese era mi sitio secreto nadie más que yo sabía de él, aunque por lo visto alguien mas también lo había descubierto, me propuse a averiguar quién era esa persona cuando alguien me llamo al celular y el ruido hizo que esa persona se percatara de mi presencia, cuando conteste mi hermano Yayo me dijo que quería que volviera temprano a casa ya que mis padres iban a salir, y él quería hacer lo mismo, le dije que estaba bien y colgué; cuando me di la vuelta para ver quién era el intruso ya no estaba ahí. Decidí que lo averiguaría, pero por ahora debía volver a casa.

Mientras me dirigía a casa cantando distraída, me tropecé con alguien y sin querer le tire su cono de helado, me disculpe mil veces y creo que fueron pocas y justo cuando levante la cabeza para ver a quien le debía un cono de helado pude ver sus hermosos ojos miel, me quede sin palabras y solo acerté a decir “te comprare un helado, disculpa”, él me miro por unos segundos y me dijo “no te preocupes, al cabo no quería un helado”, no supe distinguir si había sido sarcástico o solo trataba de bromear, así que trate de insistir pero él se alejo sin decir más.

¿Quién sería aquel chico?, tan misterioso y de ojos hermosos, al llegar a casa estaba aun mas distraída de lo normal y mis hermanos lo notaron y comenzaron a hacerme millones de preguntas las cuales no conteste.

Fue ese día cuando todo cambio, yo no lo sabía pero pronto lo descubriría.

Al día siguiente volví al parque para ver si descubría a aquel intruso, pero no se encontraba ahí. Descubrirlo se convirtió en mi misión ya que no tenía nada mejor que hacer, asique volví al parque cada día para ver si lograba desenmascarar al intruso, aunque comenzaba a hartarme así que decidí que era mi última oportunidad para descubrirlo. Me dirigí nuevamente al parque y ahí estaba, sentado en mi lugar secreto como si nada, llegue por la espalda y le dije “¿¡qué haces aquí!?” el se asusto y cuando volteo me tope otra vez con esos hermosos ojos.

-          ¿tu eres el intruso?- le espete

-          ¿de qué me estás hablando?- replico el intruso

-          De que este es mi lugar secreto y nada mas yo sé de él pero bueno ahora tu también sabes, me quieres decir como lo descubriste

-          No quiero, pero te lo diré, iba caminando por el parque, y vi este lugar y decidí quedarme aquí, ¿contenta?

-          No realmente, este es mi sitio así que te agradecería que te fueras

-          Este sitio no es tuyo, es de cualquiera que venga al parque así que no me corras

-          Está bien, pero por favor no le cuentes a nadie de el

-          Como podría contarle a alguien si yo soy nuevo en esta ciudad

-          Oh, bueno está bien, perdona por haber sido grosera, yo soy Camy, ¿y tú?

-          Daniel

-          Bueno pues gusto en conocerte

-          Yo no diría que tanto

-          ¿Por qué lo dices?

-          Porque me atacaste sin razón

-          No fue sin razón

-          Si lo fue

-          No

-          Si

-          Mira no tengo tiempo para discutir, asique me voy

-          Pues mejor para mi

-          Bien

Podría ser que Daniel tuviera los ojos más hermosos que hubiera visto pero era un completo grosero, yo solo trataba de defender mi sitio favorito y ser amable.

Me encamine a casa, cuando sentí que alguien me toco el hombro, mi primer instinto fue gritar y lanzar un codazo hacia atrás, cuando me di la vuelta para ver quién era me percate de que se trataba de Daniel que se encontraba tirado en el suelo.

-          ¿Daniel?

-          Si

-          Oh, lo siento, fue una reacción de defensa

-          Si me pude dar cuenta- dijo levantándose

-          ¿Qué querías?

-          Solo disculparme por ser grosero contigo, no soy así normalmente, es solo que recién me mude aquí, no conozco a nadie y deje a todos mis amigos y familiares en el DF.

-          Está bien no te preocupes

-          Bueno creo que eso es todo

-          Podemos ir por un helado si quieres, así te repongo el que te tire el otro día

-          ¿fuiste tú?

-          Si jejejeje lo siento

-          Vaya que hemos tenido un mal comienzo

-          Si, lose. Entonces ¿si quieres ir por un helado?

-          Me parece bien

Y así nos encaminamos a comprar un helado, nos sentamos en una banca del parque y nos pusimos a platicar, pasamos toda la tarde hablando sobre nuestras vidas, cuando mi celular nos interrumpió

-          Hola

-          Cam, a qué hora piensas regresar a la casa

-          ¿Qué hora es?

-          Las 11

-          ¿queeeeeeeeeeeeeeeee?

-          Será mejor que vuelvas pronto antes de que mis padres vuelvan de su cena

-          Está bien, voy para haya

Le dije a Daniel que me tenía que ir, y nos despedimos pero quedamos de vernos ahí al día siguiente.

Lo que fue un mal comienzo termino siendo uno de los mejores días de mi vida, conocí al que podía ser el chico de mis sueños, pero no quería apresurarme.

Llegue a casa justo antes de que mis padres llegaran, y me salve de un buen castigo. Esa noche casi no dormí, por pensar en Daniel.

El resto de las vacaciones continuamos viéndonos y al parecer habíamos comenzado una grandiosa amistad, siempre nos divertíamos juntos y cada vez yo me enamoraba más de él, aunque jamás se lo confesaría.